Me llegó un paquete-regalo inesperado, mi hija encontró por internet, una Villa Teresita como la que había en casa cuando yo era una niña.
Abrí el paquete con curiosidad, sin imaginar qué podía ser, y
ohh!
tenía ante mi, la casita que no esperaba ver más.
La caja tiene unos años, el catálogo del interior es del 1919.
O sea, que tengo una casita centenaria! Me encantan estos cartones con el color envejecido, no pueden disimular su edad.
Y aquí están las vallas, paredes, columnas, flores... todo mi recuerdo en esta caja.
Por supuesto, he procedido a montarla en seguida.
Tiene su encanto, no?
Buscar y encajar piezas ha sido un poco laborioso, esta casa es para montar y en un rato, guardarla. No es para dejarla montada, es bastante delicada, y las cosas delicadas hay que conservarlas.
He podido ver que faltan piezas del césped, unas 9. Y faltan también 6 piezas que encajan y sostienen las vallas. No hay problema, lo supliré con cartón simulando las mismas formas o parecidas, teniendo la original se puede copiar. Por suerte, el resto está completo.
No sé quién ha conservado esta casita tanto tiempo, pero está en buenas condiciones.
No contaba publicar una entrada hasta el día 18, pero esta casa centenaria, bien vale una excepción!
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